En mi opinión la clase de ética es de las mejores clases que
he dado, sin duda en la que mejor me lo he pasado.
El profesor tiene una forma de explicar muy amena, haciendo
que la clase se me pase muy rápido, y eso en el resto de asignaturas no me suele
pasar.
Los primeros días de curso me sorprendieron mucho las clases
de ética porque no me imaginaba que iban a ser así de divertidas e
interesantes.
El profesor combina las explicaciones con bromas y
comentarios ingeniosos. Yo creo que esa es la mejor forma de explicar para que
atendamos, porque con profesores que dan las clases de forma más seria la gente
presta menos atención y habla más por el aburrimiento.
Además las cosas que dice me hacen mucha gracia, por ejemplo cuando
deja en ridículo a los alumnos de clase cuando intentan llamar la atención. Con
cosas como esa y muchas otras cosas que dice el profesor la mayoría nos pasamos
la hora riéndonos.
Con esto no quiero decir que la clase de ética solo me sirva
para reírme, también aprendo bastante debido a que el profesor explica muy bien
y lo suelo entender todo.
Siempre pregunta si tenemos dudas, si las tenemos nos lo vuelve
a explicar las veces necesarias para que nos enteremos y suele poner ejemplos
entendibles para nosotros, lo que me parece muy bien.
El formato de los exámenes también me gusta, ya que no hay
que estudiar mucho ni aprenderse definiciones de memoria, basta con entender
las cosas y razonarlas.
Otra cosa que me gusta es que nos deje mirar el cuaderno en
el examen de la película y en el práctico.
Lo de hacer exámenes de películas es algo que también me
sorprendió, ya que nunca lo habíamos hecho en otras clases. Las películas que
nos manda no suelen gustarme mucho pero tienen que ver con los temas que damos
y por ello tampoco me parece mala idea, aunque preferiría otras.
Esto es todo lo que pienso de la clase de ética, apenas he
puesto pegas porque pienso que no las tiene, me parece muy buena clase, sobre
todo por el profesor.
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